Detrás de las pequeñas cosas de la vida, se esconden otras que posiblemente no son de agradar.
Desde que nacemos, estamos obligados a luchar, a conseguir nuestras metas, a ponernos objetivos, a ser alguien en la vida, y cuando por fin crees que has encontrado a esas personas con la que día a día avanzar, con las que recorrer cada paso de tu vida, ocurre algo, y entonces es ahí cuando consigues darte cuenta que a veces ser un poquito egoísta y reservado, no es malo, porque si no luchas por ti, nadie lo hará.
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